LA ACEPTACIÓN DE LA PERSONA CON DISCAPACIDAD
¿DERECHO O CARIDAD?
Por: Gladys Mercedes Yépez Castro.
Las personas con discapacidad reclaman su derecho: que se les reconozca como personas independientemente de su discapacidad ya que ellos se consideran y son seres humanos, personas. Son personas que necesitan ser tratados como “personas” y que al igual que todos necesitan vivir su vida como cualquiera.
La persona con discapacidad sea niño, niña, adolescente y adulto tiene una limitante pero es un ser humano hasta que deja de existir, por lo tanto es valiosa. No son fenómenos, ni raros solo tienen capacidad limitada. El mundo se ve de igual forma unos desde una altura más baja porque estás en silla de ruedas, otros lo sienten, lo palpan porque tienen una deficiencia visual, otros lo miran porque son deficientes auditivos; en fin el mundo es igual para todos pero pareciera que las demás personas hacen que se vea diferente. Entonces será posible crear las condiciones para que todos seamos iguales.
No es una cuestión de política, debe ser un asunto de sentido común. La lastima o la caridad no permite que las personas sea cual fuere su discapacidad, se desarrollen como personas que tienen necesidades e interés propios. Debemos darle las herramientas y hacerlos sentir que pueden ser útiles a su entorno. Con posibilidades de acceder al futuro.
Qué hacer frente a una persona con discapacidad:
· No grites a una persona con una deficiencia auditiva, para comunicarte.
· Saluda a la persona con discapacidad sin miedo, como saludas a los demás. No te cohíbas. “No muerden”
· No verlos como fenómenos o personas raras. Se sienten tímidos. Pero tampoco los ignores se sienten ofendidos.
· Mira sus potencialidades, no sus limitaciones.
· Si se sientan a tu lado, no les huyas ni los dejes solos. Es descortés y humillante.
· Permítele ser tu amigo.
· Comparte.
· Permítele que pertenezca a una organización donde tenga participación activa.
“Así que hermanos míos amados, estad y firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano” 1ª Co 15:58
